Para afrontar la grave crisis causada por la pandemia de la Covid-19, la Unión Europea propuso un instrumento temporal de recuperación, el plan Next Generation EU, dotado con 750.000 millones de euros. Este importe histórico se canalizará a los Estados miembro en dos tramos: 390.000 millones de euros en subvenciones y 360.000 millones de euros en préstamos.
Estos fondos persiguen reconstruir la economía europea tras la Covid-19 y lograr que sea más sostenible, digital y resiliente. España tiene la opción de acceder a 140.000 millones de euros de los cuales 72.000 millones serán a fondo perdido. De momento, el Gobierno de España solo pedirá estos 72.000 millones de euros asignados en ayudas directas. La movilización de estos fondos se concentrará en solo tres años, en el periodo 2021-23, para maximizar su impacto sobre la reconstrucción rápida de la economía, mientras que los préstamos servirán para complementar, posteriormente, la financiación de los proyectos en marcha. A todos estos fondos habrá que sumar los 79.000 millones de euros previstos por los fondos estructurales y por la Política Agrícola Común para 2021-27.
España distribuirá los fondos del Plan de Recuperación de tres maneras:
- Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE): nueva figura de colaboración público-privada con la que se identifican proyectos estructurales con gran capacidad de arrastre para el crecimiento, el empleo y la competitividad de la economía española. El primer PERTE que se ha publicado es el del Vehículo Eléctrico y Conectado.
- Subvenciones, para la financiación de activos públicos, a través de convocatorias de concurrencia competitiva. Exigen financiación público-privada.
- Contratos, para la financiación de activos públicos, a través de licitaciones. La financiación puede ser 100% pública o público-privada (concesiones).
En julio de 2021 el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (ECOFIN) aprobó definitivamente el Plan de Recuperación español, y unas semanas después el Gobierno español recibía los primeros 9.000 millones de euros. Entre las muchas medidas concretas que incluye el Plan de Recuperación figuran digitalizar más de un millón de pymes, apoyar más de 3.000 empresas en su internacionalización, formar a más de 2.6 millones de personas en competencias digitales y desplegar planes para promover el talento femenino, o instalar más de 240.000 aulas digitales interactivas.