El Gobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos realizó una ponencia el pasado 4 de octubre con el título “El nuevo escenario económico para la banca”. Tras desgranar los distintos indicadores económicos, el Gobernador aseveró que “el impacto potencial del actual clima de incertidumbre en el sector bancario exige extremar la prudencia”. Para Hernández de Cos, si bien por un lado el margen bruto aumentará a corto plazo por la subida de los tipos de interés tanto en los nuevos créditos como en los ya existentes a tipo variable, los costes de financiación (depósitos e instrumentos de deuda emitidos en los mercados financieros) también se verán empujados al alza.
El Gobernador advirtió que “los efectos adversos del entorno actual y previsible sobre la capacidad de los hogares y las empresas para hacer frente a sus obligaciones financieras se manifestarán principalmente en un horizonte más amplio (uno o dos años hacia adelante)”. En consecuencia, las entidades bancarias tendrán que aumentar sus provisiones para cubrir las posibles pérdidas.
En el último Informe de Estabilidad Financiera, publicado en mayo de 2022, se incluyen simulaciones del impacto sobre las entidades de un escenario en el que se materializan algunos de los riesgos actuales: subidas adicionales del precio de la energía y cuellos de botella más persistentes en el comercio mundial, generando nuevos repuntes de la inflación y un mayor endurecimiento de la política monetaria, junto con un deterioro de la confianza de los agentes y una mayor aversión al riesgo. Los resultados muestran que la suma de los diferentes canales de transmisión en estos escenarios estresados generaría un impacto negativo sobre la solvencia bancaria de entre 1,8 pp y 3 pp para el conjunto de los bancos españoles. Por componentes, mientras que el margen de intereses aumentaría, el empeoramiento de la calidad crediticia de los préstamos al sector privado provocaría mayores pérdidas. Además, la subida de tipos de interés simulada conlleva una ligera reducción del valor de las tenencias de bonos en los balances de los bancos.
La conclusión a la que llega Hernández de Cos es que nos encontramos en medio de una situación macrofinanciera muy compleja, caracterizada por una elevada inflación, un endurecimiento de las condiciones de financiación y una mayor incertidumbre, que ya ha provocado una desaceleración de la actividad económica en el tercer trimestre y una revisión generalizada a la baja de las perspectivas de crecimiento para los próximos trimestres. En este contexto, aunque el punto de partida del sector bancario es positivo, es necesario extremar la prudencia y vigilar de cerca los riesgos, que pueden empeorar rápidamente, lo que obliga a plantear nuevos escenarios de estrés. Todo ello lleva al Gobernador a recomendar a los bancos que sean muy cuidadosos en su política de provisiones y en su planificación de capital durante los próximos trimestres.
El efecto para las empresas parece claro: mayor restricción crediticia por parte de los bancos y un alza en el coste financiero de su deuda. Ampliar el número de proveedores financieros no bancarios y buscar más liquidez en previsión de este escenario más restrictivo parecen consejos bastante sensatos en estos momentos.