La ampliación de la carencia en los créditos ICO que el Gobierno prepara no va a ser suficiente. Las empresas deben planificar y tomar decisiones ahora mismo para superar el difícil 2021.
El próximo mes de marzo 2021 las líneas de financiación avaladas por el ICO deberían empezar a amortizarse por parte de las empresas. Sin embargo, para muchas de ellas la carencia de un año que tienen estos créditos parece demasiado corta en vista a la evolución de la pandemia y su afectación indudable en la economía. Incluso con una eventual mejora de la situación sanitaria y de la economía en este próximo medio año, la realidad es que el volumen de endeudamiento que en general las empresas han contraído es demasiado elevado para poder devolver estos préstamos sin tensiones de liquidez.
Ante este panorama, y la presión de empresas y entidades financieras, el Gobierno está tomando medidas y con bastante probabilidad va a alargar el plazo de carencia, a un año más hasta 2022, y a ampliar el plazo de los préstamos que pasará de cinco a ocho años. Bancos y empresas agradecerán estas nuevas condiciones. Por parte de las entidades financieras, han asumido un riesgo de 25.000 millones de euros que, de crecer la cifra de impagos, podría provocar importantes provisiones e incluso hacer caer en pérdidas a algunos bancos. Por parte de las empresas, la situación es grave en muchas de ellas, e incluso un informe reciente de Alvarez & Marsal señala que el 14% de las empresas probablemente desaparecerá por los efectos de la crisis económica y la incapacidad de devolución de la deuda contraída.
A pesar de este alivio en los plazos de amortización de los créditos ICO, parece evidente que las empresas no pueden confiar únicamente en esta medida, que además necesita todavía el beneplácito de Bruselas, por lo que puede sufrir cambios en la negociación con las autoridades europeas, entre ellas el Banco Central Europeo, que debe aprobar esta medida, y en dicha aprobación podría fijar la obligatoriedad de provisiones en caso de incremento de carencia y plazos de amortización, lo que en la práctica llevaría a que no se pudiera aplicar por parte de la banca por el incremento de coste que acarrearía.
Urge, en definitiva, la necesidad de anticiparse a un escenario económicamente muy complicado y financieramente muy tensionado. Es crucial en este momento proteger la caja y buscar nuevos instrumentos financieros que, o bien puedan cancelar la deuda existente que genera un mayor servicio mensual por otra de mucho mayor plazo que reduzca de forma sustancial esta servicio, o bien capitalicen a las empresas para reforzar su solvencia, resistir la disminución de ingresos y beneficios y apostar por la digitalización y la puesta en marcha de nuevas líneas de negocio.
En Altria Corpo estamos activamente gestionando a nuestros clientes para encontrar la mejor solución para sobrellevar este próximo ejercicio. A pesar de las dificultades del mercado de crédito y en especial la cautela de muchas entidades financieras, existe todavía una variedad de posibilidades, tanto en el ámbito de la reestructuración de la deuda bancaria, con la ayuda de fondos de deuda y otros instrumentos similares de financiación alternativa, como en el de otras soluciones financieras que operan con la garantía de activos de la empresa, tanto de tipo inmobiliario como equipamiento productivo, o incluso las propias existencias. Sin olvidar tampoco las posibilidades que la entrada de capital ofrece, sean fondos de capital riesgo, o bien de socios industriales o con más vocación de permanencia.
Son momentos donde, para lograr una solución que dé viabilidad económica y financiera a la empresa, se exige tanto un elevado conocimiento de todas las posibilidades que existen en el mercado de la financiación, como la capacidad de preparar un dossier completo donde se expliquen con claridad los estados financieros actuales y sobre todo se pueda realizar una proyección económica y de tesorería de la empresa para los próximos meses y años. La ayuda de un asesor experto es, sin lugar a dudas, más necesaria que nunca en estos momentos.
Altria Corpo es una consultoría financiera fundada en 2014 por Albert Gumà y con sede en Barcelona. Tiene como clientes a empresas medianas y grandes, a las que ofrece su experiencia en toda clase de financiación mediante deuda y capital, y el acceso a más de 150 proveedores financieros entre bancos, financiación alternativa, fondos de deuda, fondos públicos y otros instrumentos. En sus 7 años de existencia, Altria Corpo se ha posicionado como un referente en la búsqueda de financiación a la mediana y gran empresa, con un importe asesorado acumulado de más de 250 millones y más de 600 operaciones. El ámbito de las empresas asesoradas cubre todo el territorio español, con una concentración en Cataluña, que representa el 80% del total asesorado.